Las colaboraciones con diferentes artistas son una manera de acariciar el arte y rodearse de gente con talento con una idea en común. Una invitación difícil de rechazar, especialmente, si se presentan tantos desafíos como en esta ocasión.

Esta sesión fotográfica llevada a cabo en el corazón de un viejo casino del siglo XVIII devino la oportunidad perfecta para retornar a los orígenes. No sólo porque la localización parecía haber sido engullida por la propia naturaleza (que también). Ni tampoco porque del interior de esa impresionante construcción salieran alrededor de 500 murciélagos nublando la visión por momentos cual novela de misterio. Fue, especialmente, por el reto que suponía para una sesión artística de este calibre peinar sin luz, sin utilizar secadores ni planchas.

Raúl de Andreas, responsable de la parte de peluquería, recuerda: “Nunca había trabajado así. Tenía que hacer las ondas sin luz, dde manera que tuve que tirar de experiencia y utilizar técnicas ancestrales”. En las colaboraciones, acude al lugar de la sesión con una inspiración de lo que va a realizar, pero es allí donde conoce a la modelo, el tipo de pelo que tiene y descubre las facilidades y dificultades de la experiencia. “Antes de empezar la sesión existe un cierto nerviosismo, pero una vez que arranca, fluye todo”.

Sin embargo, en esta ocasión el desafió se superó con éxito: “Creo que ha sido de las mejores colecciones de este año”, afirma el estilista colaborador de esta iniciativa. “Había muy buen equipo de fotografía, maquillaje, ayudantes y, además, era muy fácil trabajar con la modelo”, admite.

Un equipo excepcional formado por:

@g_jagerr

@salonesrauldeandreas

@alex_irazu_photography

@badaezpadaestetikazentroa

@nkvchn

@meerzabala

¡Muchas gracias! Ha sido un placer poder formar parte de este trabajo tan bucólico.

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